Al principio nace la idea. Por una exigencia de mercado, por un input o por la solicitud de un cliente.
El equipo I&D la elabora a partir de una hoja en blanco, examinando los posibles procesos que fundamentan el sistema. La disponibilidad de los componentes necesarios, la eficacia, la estabilidad, el coste y el riesgo químico que debe ser lo más bajo posible.
Se realizan varias pruebas sobre diversos prototipos, pero sólo los que demuestran la estabilidad prevista por los protocolos logran pasar a la fase sucesiva.

La estabilidad a largo plazo de todos los productos es un valor monitorizado rigurosamente.
El mantenimiento de las prestaciones a lo largo del tiempo es el objetivo primario en fase de elaboración del proyecto. Todos los nuevos reactivos, durante los primeros años de vida, son sometidos a controles periódicos que confirmen los parámetros de linealidad, esmero y precisión.